El evento ocurrió entre las 23:00 y las 23:45, cuando una potente luz anaranjada apareció por la zona de el castillo de San Sebastian y la playa de la Caleta, siendo visualizado por cientos de testigos.
Según se narra, esta luz apareció y desapareció durante varios minutos, desplazándose desde esta zona hasta la Catedral. Algunos testigos cuenta que esta luz se sumergía y emergía en las aguas del campo del sur de la capital gaditana.Los testigos asustados informaron a la policía y al periódico local (Diario de Cádiz), dando eco y confirmando la
noticia. Dicho periódico envió al fotógrafo Ángel Movellán, el cual consiguió fotografiar el objeto.
El fenómeno concluyó sumergiéndose en las aguas ante las miradas atónitas de los observadores. Curiosamente a las pocas horas, se produjo en la capital una fuerte tormenta eléctrica (tormentas que se suelen relacionar con los fenómenos ovnis).
Cuando revelaron la fotografía se pudo observar que el destello era un objeto discoidal con cuatro luces. Para asegurar la autenticidad, el negativo fue enviado a Madrid para ser analizado, pero este nunca llegó. El negativo se perdió para siempre.
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